RETO: Una cosa por día

¡Nos hemos mudado!!

Y como estamos intentando simplificar nuestra vida, hemos aprovechado para llevarnos únicamente lo que necesitamos para esta temporada y deshacernos de esas cosas que almacenamos en casa y que no usamos nunca (al menos de algunas de ellas).

Hace poco que descubrí el blog de Valentina Thorner y decidí seguir uno de sus retos durante un mes. Éste consiste en deshacerse de una cosa que no usemos por día durante 3 meses. Yo no tenía esos 3 meses antes de la mudanza, así que lo he hecho durante un mes y la verdad, estoy encantada!! (big smile). De hecho, aprovechando que aún hay un montón de cosas en la casa que hemos dejado, iré deshaciéndome de las que no eche en falta en la nueva casa.

Es increíble la de cosas que guardamos (almacenamos) esperando a ser usadas o porque les damos un valor sentimental. Después de este mes, me he dado cuenta que una vez pasado el momento "estrés" por tirar algo que asociamos a buenos momentos o a personas que ya no están con nosotros, la realidad es que, en mi caso al menos, me siento aliviada… Sin darme cuenta, estaba cargando con un peso que no me correspondía llevar (por ejemplo, la cristalería que mi abuela le regaló a mi madre cuando se casó).
Y es cierto que en el momento en que lo vi así y acepté que eran recuerdos que no me pertenecían (y lo que es peor es que ni siquiera me gustaban), fue una liberación deshacerme de ellas. Ahora podré tener las mías, elegidas por mí, a mi gusto.

 

Las copas de mamá

Sé que este caso en concreto es muy particular, pero se puede aplicar a cualquier otro. ¿Por qué conservar ese regalo horrible que nos hicieron en nuestro cumpleaños? Para empezar, la persona que nos lo regaló demuestra muy poco conocimiento de nuestros gustos, y si no puedes descambiarlo por algo que te resulte más práctico o sea más de tu agrado, ¿para qué cargar con ello? Las cosas se caen y se rompen, se pierden… O podemos ser sinceros y decir claramente que no nos gusta (educadamente, por supuesto) en el momento que nos lo dan. Si tienes algo en tu casa por compromiso, claramente no debería estar en tu vida.

 

En mi mudanza, también han salido por la puerta regalos que me han hecho personas que han estado en algunos momentos de mi vida, recuerdos de viajes, de vivencias… que realmente eran agradables y placenteros para mí. Al fin y al cabo, formaban parte del pasado. Y el pasado, pasó. Esas personas, esos viajes, esas vivencias puedo rememorarlas cuando quiera. Y hay que hacer espacio para todas las personas, viajes y vivencias que están por venir.

 

El mes pasado, además, ha sido mi cumpleaños. Y en línea con la nueva filosofía de vida que estoy adoptando no he querido regalos. No quiero cosas para acumular. Quiero experiencias. Quiero compartir mi tiempo libre con la gente que me gusta y a la que quiero. Quiero vivir.

 

Seguro que vosotros también tenéis cosas en casa que no usáis desde hace meses e incluso años. Mirad a vuestro alrededor con otros ojos y fijaos en cuántas de ellas están ahí ocupando un espacio en espera de que surja la oportunidad de usarlas. ¿Creéis que llegará un día en que os echaréis las manos a la cabeza porque no tenéis ESA cosa? Estoy segura que, llegado el momento, podréis encontrar una solución. Si dudáis en si deshaceros de algo o no, guardad esas cosas en una caja y rotularla con la fecha del día que lo hagáis. Hecho esto, metéis la caja en un armario. Si necesitáis alguna cosa de las que hay en la caja, sacadla. Dentro de unos meses (los que consideréis) coged la caja con los objetos que queden y bajadla a la basura sin mirar qué hay dentro (esto es muy importante, porque si la abrimos, empezamos a dudar y ahí estamos perdidos). Si no lo has echado de menos durante este tiempo, adios sin mirar atrás!. Haced espacio en vuestra vida para lo que de verdad queráis y necesitáis que esté en ella.

 

¿Y vosotros? ¿Cómo decidís que os sobra y qué necesitáis?